La competencia comunicativa es uno de los conceptos más
importantes en lingüística aplicada, tanto en el estudio de la adquisición de
segundas lenguas como, a un nivel más práctico, en la enseñanza de lenguas. En
efecto, la competencia comunicativa es un concepto clave al tratar de responder
a las siguientes preguntas:
¿En qué
consiste adquirir una lengua?
¿Qué
conocimientos, capacidades o destrezas se necesitan para hablar una lengua?
¿Cuál es el
objetivo de la enseñanza de lenguas?
Las Competencias Comunicativas se entienden como un conjunto
de procesos lingüísticos que se desarrollan durante la vida, con el fin de
participar con eficiencia y destreza, en todas las esferas de la comunicación y
la sociedad humana. Hablar, escuchar, leer y escribir son las habilidades del
lenguaje. A partir de ellas, nos desenvolvemos en la cultura y la sociedad, y a
través del desarrollo de estas habilidades, nos volvemos competentes
comunicativamente. A medida que adquirimos herramientas y experiencia, para el
respectivo despliegue de nuestras competencias comunicativas, el ejercicio
auténtico de la producción discursiva y la interacción comunicativa, se dará de
manera clara, oportuna y precisa, entre las sociedades que favorezcan su
desarrollo.
El lenguaje verbal y el lenguaje no verbal (cine, música,
pintura, etc.), la diversidad lingüística, la gestualidad, la emocionalidad, la
comprensión de las diferencias, las semejanzas entre el habla y la escritura y
el papel mediador de la lectura, se vinculan a nuestra capacidad de comprender,
interpretar y elaborar contenidos comunicativos, para la interpretación del
mundo, la expresión de la subjetividad y el ejercicio de nuestra ciudadanía.
Clases de Competencias Comunicativas
· Lingüística
·
Paralingüística
·
Pragmática
·
Textual
·
Proxémica
·
Quinésica
Vayamos ahora brevemente el interior de cada una.
COMPETENCIA LINGÜÍSTICA
La anterior competencia le da lugar y pertinencia a las
siguientes tres. En el caso de la Paralingüística, se trata de un conjunto, podría
decirse infinito, de elementos adicionales que acompañan al lenguaje (bien sea
escrito u oral), y que ayudan a complementarlo. Veámoslo con un ejemplo: un
mensaje como "me gustan las rosas", puede variar de diversas maneras
según la entonación e intencionalidad que le dé una persona al decirlo. Esta
misma frase puede ser dicha en varios tonos, como serio, regaño, seducción,
indiferencia, pregunta, afirmación, etcétera. Siendo el mismo mensaje,
diferentes énfasis le otorgan diferentes interpretaciones.
Para el caso del lenguaje escrito, son los recursos gráficos
los que determina posibilidades paralingüísticas de expresión. El manejo de los
espacios en blanco, las márgenes, la diagramación, el uso de negrillas,
cursivas, mayúsculas, posibilitan distintos matices a un mismo texto, pues
aunque el contenido de éste sea el mismo, la manera como se distribuye, se
adorna o se dispone el texto, influye decisivamente en la forma como éste es
interpretado por parte del lector.
COMPETENCIA PARA LINGÜÍSTICA
Es el desarrollo de capacidades para convencer y persuadir a
los demás. Nos comunicamos porque deseamos influir en las decisiones,
opiniones, conocimientos, actitudes o preferencias de los otros. Siempre
nuestra comunicación busca, como fin último, lograr algo de alguien. El
escritor de un libro recurre a varias estrategias para hacernos creer su
historia; el director de una película de cine, organiza de tal forma las
escenas a fin de mostrarnos que su historia es verosímil; nuestro jefe nos
habla de determinada manera para que nosotros obedezcamos sus órdenes; los
adolescentes emplean ciertas estrategias para obtener ese permiso del papá o de
la mamá sin el cual no podría salir con sus amigos; en la televisión, se nos
muestran atractivos productos que los anunciantes esperan compremos; los
periodistas nos muestran en periódicos y revistas cifras e imágenes para que
creamos la información suministrada; los profesores nos explican paso a paso
los pormenores de esa teoría, modelo, ecuación o concepto; en el metro, nos
insisten permanentemente en una serie de comportamientos necesarios para un
viaje seguro y agradable. Así, infinitamente, podríamos extender la lista. Con
estos ejemplos es suficiente para ver cómo detrás de cada proceso de comunicación
entre seres humanos, existe el propósito de influir en sus opiniones,
conocimientos o actitudes.
COMPETENCIA PRAGMÁTICA
Tareas como las anteriores exigen la producción y
comprensión de textos escritos. Ése es el objetivo de la competencia textual.
El texto es un tejido (del latín textus), y como tal, al ser leído requiere de
un adecuado manejo de las herramientas para la comprensión. El lector deberá
desplazarse por los entramados de sentido propuestos por el texto. Esto en
cuanto a una faceta del texto, la faceta de la lectura – comprensión. Del otro
lado, el de la producción, el escritor deberá contar con un repertorio de
competencias propias de la escritura como lo son la cognitiva, la comunicativa
y la técnica, cuyos aportes son simultáneos: la primera provee las categorías
formales en el pensamiento de quien escribe, pues en el texto hay
planteamientos, proposiciones, argumentos… que requieren de un determinado
nivel intelectual. En cuanto a lo comunicativo, si se entiende al texto dentro
de un proceso de intercambio entre personas, se deducirá fácil que se requiere
de un manejo de los contextos comunicativos para producir textos que tengan
claro su objetivo.
En cuanto a la competencia técnica, se trata del manejo de
dispositivos para escribir: la pluma, el lapicero, la máquina de escribir, el
computador, y otros más.
La competencia textual, referida al desarrollo de
capacidades para comprender y producir textos es fundamental para todas las
personas, en especial para los profesionales, pues gran cantidad de procesos
relativos a las empresas e instituciones, tienen que ver, bien con la lectura
(manuales de instrucciones, de procedimientos, etcétera), o con la escritura de
todo tipo de textos (informes, cartas, proyectos, actas, protocolos, manuales,
etcétera
COMPETENCIA TEXTUAL
El cuerpo comunica. La postura, los gestos, la mirada, el
rostro, el cabello, las manos… todos son dispositivos de comunicación mediante
los cuales estamos diciendo cosas permanentemente, aunque no lo sepamos.
Hablamos ahora de la competencia quinésica, la encargada de aconsejarnos cómo
debemos manejar nuestro cuerpo según el contexto en el cual nos encontremos.
Una entrevista de trabajo, un salón de clase, una cafetería universitaria, un
almuerzo de negocios, una obra de teatro, un concierto, un acto protocolario…
son momentos diferentes de los cuales se espera un comportamiento diferente de
nosotros, y dicho comportamiento tiene su equivalente en la disposición del
cuerpo. En otras palabras, para cada situación habrá diferentes expectativas
sobre el cuerpo.
Las anteriores competencias tenían que ver con el lenguaje.
Tanto ésta como las siguientes, tienen que ver más con el cuerpo y con la forma
como lo manejamos. En nuestra comunicación habitual es menos importante la
palabra que el gesto. Este último define intenciones, matiza los posibles
"querer decir" (recuérdese lo visto antes en III.A. Competencia
Lingüística). Con el cuerpo podemos complementar, enfatizar o contradecir lo
dicho con palabras. En ocasiones, incluso, podemos prescindir de éstas para
intercambiar nuestros pensamientos. No obstante, la preocupación teórica por la
comunicación no verbal y por entender el lenguaje del cuerpo es reciente en la
teoría. Esto a pesar de que, según las culturas, el lenguaje no-verbal puede
significar más del 80% de la comunicación.
COMPETENCIA PROXÉMICA
Los seres humanos nos movemos en dos coordenadas: tiempo y
espacio. La segunda la abordamos en la proxémica. La primera, el tiempo, es del
dominio de la cronética, entendida como el manejo de la comunicación en el
tiempo, la producción de significados con y desde la coordenada tiempo ¿Cuánto
nos demoramos en responder, o cuánto tiempo esperamos para decir algo? Los
abuelos nos hablaban del don de la oportunidad. En muchas ocasiones generamos
problemas, no tanto por lo que decimos, sino por el momento en que lo decimos.
Tan importante es lo uno como lo otro.
COMPETENCIA QUINÉSICA
El cuerpo está ubicado en un espacio. La producción de
significados a partir del manejo de las distancias se denomina proxémica. El
cuerpo delimita unos espacios de accióna los cuales unos pueden acceder y otros
no. Nuestra habitación es un claro ejemplo de ello. No todos pueden tocar
nuestros objetos personales, ni nuestro cuerpo. No soportamos de ciertas
personas que estén muy cerca de nosotros; en cambio, de otros solicitamos que
estén cerca.
La vida institucional de una organización es otro escenario
para ejemplificar la vivencia de la proxémica. ¿Quiénes pueden acceder a
determinados espacios y quiénes no? ¿Quiénes pueden almorzar en qué lugares y
quiénes no? La forma de distribuir los espacios de las oficinas también habla de
intencionalidad comunicativa por parte de quien tiene esta responsabilidad. Un
escritorio amplio, una silla grande, detrás de la cual se ven una cantidad de
diplomas y reconocimientos… hablan de un jefe que quiere mostrarse distante o
imponente ante quienes entran a su oficina.
Una mesa cuadrada o redonda marca diferentes relaciones
entre quienes ocupan los respectivos asientos. Si es redonda, se supone muestra
igual distancia entre todos. Pero si es cuadrada o rectangular… ¿quién ocupa la
cabecera? ¿En qué piso del edificio está ubicada la presidencia? ¿Cuántas
puertas deben cruzarse antes de ingresar a ella? ¿Cuántos metros de distancia
hay entre los escritorios de los empleados? ¿Se encuentran distribuidos de
forma que se den mutuamente la espalda, o uno enseguida del otro? Preguntas
como éstas nos ayudan a visualizar la forma como los seres humanos comunicamos
mensajes a través de como distribuimos el espacio.







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